“Codo de niñera” en bebés y niños

Consiste en un bloqueo del movimiento de prono-supinación, que es doloroso y es más frecuente en niños que en niñas entre 1 a 5 años de edad. El codo izquierdo suele afectarse más que el derecho.

La articulación del codo se compone de tres articulaciones:

  • la articulación entre el cúbito y el húmero,
  • la articulación entre el radio y el húmero,
  • la articulación entre la porción proximal del radio y el cúbito.

En conjunto, forman una bisagra que permite colocar la mano y muñeca hacia arriba (supinación) y hacia abajo (pronación).

La cabeza del radio no es tan bulbosa en el lactante como en el niño mayor, lo que permite que el ligamento circular que pasa alrededor de su base pueda deslizarse parcialmente por tracción sobre el codo. A este deslizamiento se le conoce como subluxación del ligamento anular.

Es más frecuente en niños que en niñas entre 1 a 5 años de edad. El codo izquierdo suele afectarse más que el derecho.

Consiste en un bloqueo del movimiento de prono-supinación, que es doloroso debido a una subluxación traumática cuando el ligamento anular se desliza de la cabeza del radio y se interpone entre ésta y el cóndilo humeral.

Se produce por una tracción brusca del miembro superior en extensión, que requiere que el codo esté extendido y el antebrazo en pronación. El proceso ocurre cuando un adulto lleva al niño de corta estatura de la mano, da un tirón brusco hacia arriba de un modo repentino, ya sea para evitar una caída, subir el bordillo de una acera, o cuando se le levanta enérgicamente tirándole de la mano al ofrecer resistencia al avance. Por el mecanismo de producción se le conoce también como codo de niñera o codo de llanto repentino.

Es característico el dolor y llanto del niño tras la tracción violenta del brazo y, en ocasiones, permite notar una sensación de desgarro a la persona que lleva al niño a nivel de la muñeca, aunque ésta articulación no es la afectada.

El niño se niega a mover el brazo y mantiene el codo en extensión, hay dificultad en la movilidad de esa extremidad por lo que la mantiene pegada al cuerpo.

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

Por lo general, con el interrogatorio es suficiente para saber el mecanismo de producción, lo que nos orientará hacia ésta patología.

En la exploración el niño presenta dolor a la presión de la cabeza del radio y se niega a movilizarlo.

No es necesario realizar radiografías de forma rutinaria, ya que las superficies articulares no pierden el contacto, excepto una leve separación, por la interposición del ligamento anular. Sin embargo, si el mecanismo de producción es poco claro pueden solicitarse para descartar otras patologías.

¿Cuál es el tratamiento?

Consiste en realizar maniobras para la reducción manual. Estas siempre deben ser cumplimentadas por personal adiestrado ya que de no realizarlas correctamente pueden causar mayor daño a la articulación.

En algunas ocasiones se reducen solas al manipularlas, pero en otros casos las medidas de reducción fracasan, en especial si han pasado varias horas de intervalo entre que se produce y se realiza la consulta. En éste caso se debe colocar la extremidad superior en un cabestrillo y efectuar controles a las 12 -24 horas.

Una vez se ha producido una subluxación, existe propensión a sufrir episodios posteriores.

En general, el problema se resuelve al ir madurando el niño. Si existen recidivas se tratan de la misma manera.

La prevención se realiza informando a los padres sobre los mecanismos de producción y evitando al máximo levantar al niño tirándole de la mano o del antebrazo.

Fuente: clinicatorrevieja.com

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