¿Cuándo se recomienda hacer una artroscopía de rodilla?

La rodilla es la articulación más grande del cuerpo humano. Es la que nos permite correr, agacharnos y caminar, puesto que absorbe los impactos y hace nuestros movimientos más suaves.

Por esas funciones que nos permite realizar es, precisamente, que las lesiones en la rodilla son frecuentes. La astroscopía es una solución para tratar varias de ellas.

Según explica un prestigioso especialista en ortopedia y en medicina del deporte, para comprender cuándo se debe realizar este procedimiento y cómo funciona, es importante conocer cómo funciona la rodilla.

La rodilla está conformada por cuatro huesos importantes: el fémur, la tibia, el peroné y la rótula. Pero también tiene estructuras blandas, como los ligamentos.

Por ejemplo, los ligamentos cruzados son los que nos brindan la estabilidad para poder movernos hacia delante y hacia atrás. Además entre el fémur y la tibia están los meniscos, que son unos amortiguadores naturales.

Cuando alguna de estas estructuras sufre un daño que lo amerite, la artroscopia permite repararlo de manera más precisa.

La artroscopia es una operación mínimamente invasiva en que se hacen dos pequeños agujeros de medio centímetro en la rodilla. A través de uno de ellos se introduce una cámara diminuta conectada a un monitor para poder ver con detalle cuál es la lesión que se encuentra dentro de la rodilla. Por el otro agujero se introducen los instrumentos para realizar la cirugía. Así, se ven las estructuras lesionadas y se reparan con mayor precisión.

Una de las lesiones más frecuentes y que se pueden tratar con este procedimiento son las lesiones de meniscos, como desgarres o roturas, por ejemplo. De hecho, una rotura de menisco puede incluso pasar caminando, con solo que haya una torcedura. Cuando este tipo de lesiones ocurre, los pacientes presentan síntomas como dolor, inflamación y tienen problemas para doblar la rodilla o sienten que se quedó “trabada” en un movimiento.

Otro tipo de lesiones que pueden tratarse por medio de una artroscopia son las que involucran los ligamentos. En ese caso, los síntomas incluyen dolor, inflamación, o la sensación de que la rodilla se “zafa”.

La artroscopia es un procedimiento ambulatorio, lo cual significa que el mismo día de la cirugía el paciente puede regresar a su casa. La anestesia que se da es espinal, que es de la cintura hacia abajo. Sin embargo, durante la intervención el paciente se encuentra también bajo sedación, por lo que se duerme y no se da cuenta de lo que está pasando. También se aplica anestesia regional para evitar el dolor en la zona específica, con lo que incluso el paciente puede caminar el mismo día y sentirse bien.

Aunque toda cirugía presenta riesgos, en el caso de la artroscopia estos son mínimos. Pueden haber sangrados, trombosis (que se haga un coágulo en la sangre) o una infección. Pero, con el objetivo de reducirlos, siempre se recetan medicamentos para prevenir cualquier complicación, por lo que las posibilidades son muy bajas.

En realidad, los riesgos son tan bajos que más bien lo importante es concentrarse en las ventajas que ofrece una astroscopía. Tal y como lo explica el doctor, en el caso de que la lesión sea en un menisco, es importante recordar que, al ser un compensador natural, debe cuidarse.

“Es como cuando un carro nuevo tiene un compensador dañado. A nadie se le ocurriría continuar conduciéndolo con ese daño. Ahora, cuando se trata de los compensadores del cuerpo, con mucha más razón se deben tomar medidas para evitar mayores complicaciones. A corto plazo, si no se trata, puede haber desgaste articular y, si se complica mucho, incluso puede ser necesario realizar un trasplante de rodilla”.

Los cuidados después del procedimiento incluyen terapia. De acuerdo con el especialista, “la cirugía es el 50% del trabajo para ayudarle al cuerpo a que cicatrice correctamente. El otro 50% es la terapia para desinflamar, fortalecer los músculos que se debilitan y para que el cerebro procese que la rodilla puede moverse como antes”.

De esta manera, en promedio de un mes el paciente ya puede estar de vuelta en sus funciones normales.

clinicabiblica.com

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