La vertebroplastía y la cifoplastía se usan para tratar fracturas por compresión vertebral dolorosas en la columna vertebral, que son una consecuencia común de la osteoporosis.
Su médico puede usar la guía por imágenes para inyectar una mezcla de cemento en el hueso fracturado (vertebroplastía) o insertar un balón en el hueso fracturado para crear un espacio y, a continuación, rellenarlo con cemento (cifoplastía). Después de la vertebroplastía, aproximadamente el 75% de los pacientes recuperan la movilidad perdida y se vuelven más activos.
Es probable que su médico evalúe primero su condición mediante la generación de imágenes o un examen físico, y le dará instrucciones sobre cómo prepararse. Hable con su doctor si existe alguna posibilidad de que esté embarazada y coméntele sobre cualquier enfermedad reciente, condición médica, alergia y medicamentos que esté tomando. Su doctor puede recomendarle que deje de tomar aspirina, drogas antiinflamatorias no esteroides (AINSs) o agentes desespesadores de la sangre por varios días antes de su procedimiento e indicarle que no coma ni beba nada por varias horas antes del procedimiento. Tome sus medicamentos regulares con unos sorbos de agua. Deje las joyas en casa y vista ropas holgadas y cómodas. Se le podría pedir que se ponga una bata. Si se ha planeado sedarlo, haga arreglos para que alguien lo pueda llevar devuelta a casa.
En qué consisten la vertebroplastía y la cifoplastía
La vertebroplastía y la cifoplastía son procedimientos mínimamente invasivos para el tratamiento de fracturas de compresión vertebrales (FCV) dolorosas, fracturas que involucran los cuerpos vertebrales que constituyen la columna vertebral.
Cuando un cuerpo vertebral se fractura, la forma rectangular normal del hueso se transforma en una forma comprimida, causando dolor. Estas fracturas de compresión pueden incluir el colapso de una o más vértebras en la columna y son una consequencia común de la osteoporosis. La osteoporosis es una enfermedad que resulta en la pérdida de la densidad, masa y fuerza normales del hueso, conduciendo a una condición en la cual los huesos se van poniendo más porosos y vulnerables a fracturarse fácilmente. La vértebra también puede debilitarse a causa del cáncer.
En la vertebroplastía, los médicos usan la guía por imágenes, para inyectar una mezcla de cemento, dentro del hueso fracturado, a través de una aguja hueca. En la cifoplastía, se inserta primero un balón dentro del hueso fracturado, a través de la aguja hueca, para crear una cavidad o espacio. El cemento se inyecta dentro de la cavidad luego de que el balón es removido.
Algunos de los usos comunes del procedimiento
La vertebroplastía y la cifoplastía se usan para tratar fracturas de compresión vertebral dolorosas en la columna vertebral, a menudo causadas por la osteoporosis.
Habitualmente la vertebroplastía y la cifoplastía se recomiendan después de que el intento de tratamientos menos invasivos, tales como el reposo en cama, un soporte para la espalda o analgésicos hayan resultado inefectivos. La vertebroplastía y la cifoplastía se pueden realizar inmediatamente en pacientes con un dolor problemático que requiere hospitalización, o con condiciones que limitan el reposo en cama y el uso de medicamentos.
La vertebroplastía y la cifoplastía también se realizan en pacientes que:
– Son de edad avanzada o débiles y cuyos huesos no se recuperarán completamente de una fractura
– Tienen compresión vertebral debida a un tumor maligno
sufren de osteoporosis causada por tratamiento con esteroides de largo plazo o un desorden metabólico.
– La cifoplastía y la vertebroplastía deben completarse dentro de las ocho semanas luego de que ocurre la fractura aguda, para que el tratamiento tenga la probabilidad más alta de ser existoso.
Forma en que debo prepararme
Primero se realizará una evaluación clínica para confirmar la presencia de la fractura por compresión que podría beneficiarse del tratamiento con la vertebroplastía o la cifoplastía. Dicha evaluación podría incluir una imagen de diagnóstico, análisis de sangre, un examen físico, radiografías de la columna, una gammagrafía ósea con radioisótopos o una resonancia magnética nuclear (RMN) y tomografía computarizada (TC).
Es posible que le den medicación para fortalecer los huesos durante el tratamiento.
Debe informarle a su médico sobre cualquier medicación que esté ingiriendo, incluyendo suplementos herbales, y sobre el padecimiento de alergias, en especial a anestésicos locales, anestesia general o a material de contraste con iodo (a veces denominados “tintes” o “tintes de rayos X”). Su médico le podría aconsejar dejar de tomar aspirinas, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID, por sus siglas en inglés) o anticoagulantes durante un período de tiempo específico antes del procedimiento.
Las mujeres siempre deben informar a su médico y al tecnólogo de rayos X si existe la posibilidad de embarazo. Muchos exámenes por imágenes no se realizan durante el embarazo ya que la radiación puede ser peligrosa para el feto. En caso de que sea necesario el examen de rayos X, se tomarán precauciones para minimizar la exposición del bebé a la radiación. Ver la página de Seguridad para obtener mayor información sobre el embarazo y los rayos X.
Antes del procedimiento, se le tendrá que hacer un análisis de sangre, para determinar si su sangre coagula normalmente.
El día del procedimiento debe poder tomar sus medicaciones acostumbradas con sorbitos de agua o líquido claro hasta seis horas antes del procedimiento. Debe evitar tomar jugo, crema y leche. Siga las instrucciones de su doctor.
En la mayoría de los casos, usted debe tomar su medicación habitual, especialmente los medicamentos para la presión arterial. Estos pueden tomarse con sorbos de agua durante la mañana del día en que se llevará a cabo procedimiento.
Con la excepción de los medicamentos, se le podría indicar que no beba ni ingiera nada por varias horas antes del procedimiento.
Se aconseja programar que un familiar o un amigo lo lleve a su hogar una vez concluido el procedimiento.
Se le proporciona una bata para usar durante el procedimiento.
La forma en que se ve el equipo
Tanto para la verteroplastía como para la cifoplastía se usan un equipo de rayos X, una aguja hueca o tubo llamado trócar, cemento ortopédico, y un aparato para aplicar el cemento.
Para la cifoplastía, también se usa un dispositivo que se llama pisón de balón, para hacer lugar para el catéter balón.
El equipo generalmente utilizado para este examen consiste en una mesa radiográfica, uno o dos tubos de rayos X y un monitor similar a un televisor ubicado en la sala de exámenes o en un cuarto cercano. La fluoroscopia, que convierte los rayos X en imágenes de video, se utiliza para o guiar y monitorear el progreso del procedimiento. El video es producido por la máquina de rayos X y por un detector que está suspendido sobre la mesa en la que yace el paciente.
El cemento óseo contiene un ingrediente llamado polimetil metacrilato (PMMA). Su apariencia física es similar a la de la pasta de dientes y se endurece ni bien se lo aplica en el cuerpo.
Otro equipo que puede utilizarse durante el procedimiento incluye la línea intravenosa (IV), una máquina de ultrasonido y aparatos que controlan sus latidos cardíacos y presión arterial.
De qué manera funciona el procedimiento
Cuando una vértebra se quiebra o se fractura, se crean fragmentos de huesos. El dolor ocurre cuando esos fragmentos resbalan o rozan unos con otros, o sobresalen hacia adentro de la médula espinal.
La vertebroplastía involucra la inyección del hueso con una mezcla de cemento para fusionar los fragmentos, fortalecer la vértebra y aliviar el dolor.
Primero, se adormece la piel con un anestésico local. Luego, utilizando la guía por imágenes, se pasa la aguja hueca o trócar a través de la piel y dentro del cuerpo vertebral para inyectar la mezcla de cemento dentro de la vértebra.
En la cifoplastía, luego de adormecer la piel localmente, se inserta un balón a través del trócar, dentro de la vértebra fracturada, donde se infla para crear una cavidad. Se retira el balón antes de inyectar el cemento dentro de la cavidad que fue creada por el balón.
Cómo se realiza el procedimiento
Los procedimientos mínimamente invasivos, guiados por imágenes, tales como la vertebroplastía y la cifoplastía, son realizados en su mayoría por un radiólogo de intervención, especialmente entrenado en una sala de radiología de intervención, o a veces en la sala de operaciones.
Este procedimiento a menudo se realiza en pacientes ambulatorios. Sin embargo, algunos pacientes podrían necesitar internación en el hospital luego del procedimiento. Sírvase consultar con su médico sobre si será internado o no.
Uno se acuesta boca abajo para el procedimiento.
Durante el procedimiento, podría estar conectado a unos monitores que controlan el latido cardíaco, la presión arterial y el pulso.
Una enfermera o un tecnólogo coloca una línea intravenosa (IV) en una vena de la mano o el brazo para administrar la medicación sedante en forma intravenosa. Se podría usar sedación moderada. Como alternativa, es posible que le den anestesia general.
Es posible que le administren medicación para ayudar a evitar nauseas y dolores así como también antibióticos que ayudan a evitar infecciones.
El área en donde se va a insertar la aguja hueca, o trocar, será rasurada, esterilizada con una solución limpiadora y cubierta con un paño quirúrgico.
Entonces, se inyecta un anestésico local dentro de la piel y de los tejidos profundos, cerca de la fractura.
Se hace una pequeña incisión en la piel en el sitio.
Con la guía por rayos X, el trócar se pasa a través de los músculos vertebrales, hasta que su punta esté posicionada precisamente dentro de la vértebra fracturada.
En la vertebroplastía, el cemento ortopédico luego se inyecta. El cemento de grado médico se endurece rápidamente, típicamente dentro de 20 minutos. El trócar se quita luego de inyectar el cemento.
En la cifoplastía, primero se inserta el pisón de balón a través de la aguja, y luego se infla el balón, para crear un hueco o cavidad. Luego se retira el balón y se inyecta el cemento para hueso, dentro de la cavidad creada por el balón.
Es posible que se realice una exploración TAC y/o rayos X al final del procedimiento, para verificar la distribución del cemento.
Se aplicará presión para prevenir cualquier sangrado, y la abertura realizada en la piel se cubre con un apósito. No es necesario suturar.
Este procedimiento típicamente se completa dentro de una hora. Puede durar más si se está tratando más de una vértebra.
Posiblemente se le quita la línea intravenosa.
Qué experimentaré durante y después del procedimiento
Los dispositivos para controlar el latido cardíaco y la presión arterial estarán conectados al cuerpo.
Sentirá un suave pinchazo cuando se inserte la aguja en la vena para colocar la línea intravenosa (IV) y cuando se inyecte el anestésico local. Las arterias no se sienten. La mayor parte de la sensación viene de la incisión en la piel, la cual se adormece usando anestesia.
Si el caso se hace con sedación, el sedante intravenoso (IV) hará que se sienta relajado y con sueño. Es posible que pueda permanecer despierto o no, y eso depende de la intensidad del sedante.
El área de tratamiento de la espalda se limpia, se rasura y se hace adormecer.
Durante el procedimiento se le harán preguntas sobre cómo se siente. Es importante que usted pueda decirle al médico si siente algún dolor.
La parte más larga de la vertebroplastía y la cifoplastía es la preparación del equipo y el cerciorarmiento de que la aguja está perfectamente posicionada dentro del cuerpo vertebral colapsado.
Durante el procedimiento podría sentir una sensación como de golpeteo mientras el trocar se inserta en el hueso.
No se le permite manejar después del procedimiento, pero alguien puede llevarle a su casa si vive cerca. De otro modo, se recomienda que pase la noche en un hotel cercano.
Se le aconsejará aumentar la actividad gradualmente, y volver a tomar todos sus medicamentos regulares. En casa, los pacientes podrían volver a sus actividades diarias normales, aunque se debe evitar esfuerzo enérgico, tal como la levantada de objetos pesados, por unas seis semanas al mínimo.
Si toma anticoagulantes, consulte con el médico sobre la posibilidad de reanudar esta medicación el día siguiente al procedimiento.
El alivio del dolor es inmediato para algunos pacientes. En otros, el dolor se elimina o se disminuye dentro de dos días. El dolor que resulta del procedimiento típicamente disminuye dentro de los dos o tres días.
Por dos o tres días después, es posible que sienta un ligero dolor en el sitio de la inserción de la aguja. Se puede usar una bolsa de hielo para aliviar cualquier molestia, pero asegúrese de proteger la piel contra el hielo con un paño, y de usar el hielo sólo 15 minutos cada hora. El apósito tiene que quedarse en el sitio por 48 horas. No sumerja el apósito en agua por 48 horas. Esto se hace para prevenir infecciones. Está permitido ducharse.
Quién interpreta los resultados y cómo los obtengo
Debe de poder caminar una hora después del procedimiento. El radiólogo de intervención a menudo le puede decir en ese momento si el procedimiento fue un éxito técnico.
Su radiólogo de intervención podría recomendar una visita de seguimiento luego de que se haya completado su procedimiento o tratamiento.
La visita puede incluir un examen físico, procedimientos de toma de imágen(es) y exámenes de sangre u otros exámenes de laboratorio. Durante la visita de seguimiento, usted puede discutir con su doctor cualquiera de los cambios o efectos secundarios que haya experimentado desde su procedimiento o tratamiento.
Cuáles son los beneficios y los riesgos
Beneficios
- La vertebroplastía y la cifoplastía pueden aumentar las habilidades funcionales de un paciente y permitirle volver a un nivel anterior de actividad sin ninguna forma de terapia física o rehabilitación.
- Estos procedimientos normalmente tienen éxito en aliviar el dolor causado por una fractura de compresión vertebral; muchos pacientes sienten alivio casi inmediatamente o dentro de unos pocos días. La mayoría de los pacientes se quedan libre de síntomas.
- Después de la vertebroplastía, aproximadamente el 75% de los pacientes recuperan la movilidad perdida y se hacen más activos, lo que ayuda a combatir la osteoporosis. Después del procedimiento, los pacientes que habían estado inmovilizados pueden levantarse de la cama, y esto puede ayudarles a reducir el riesgo de sufrir neumonía.
- Una mayor actividad fortalece los músculos, y esto fomenta aún más la movilidad.
- Por lo general, la vertebroplastía y la cifoplastía son procedimientos seguros y eficaces.
- No se necesita incisión quirúrgica: sólo un pequeño corte en la piel que no necesita suturas para cerrarse.
Riesgos
- Cualquier procedimiento en el cual se penetra la piel conlleva un riesgo de infección. La posibilidad de necesitar un tratamiento con antibióticos ocurre en menos de uno de cada 1.000 pacientes.
- Una pequeña cantidad del cemento ortopédico podría salirse del cuerpo vertebral. Por lo general esto no es problemático, a menos que la fuga vaya a un lugar potencialmente peligroso como el conducto vertebral o los vasos sanguíneos de los pulmones.
- Otras posibles complicaciones son infección, sangradura, aumento del dolor de espalda y síntomas neurológicos como adormecimiento y hormigueo. La parálisis es extremadamente rara.
- Aproximadamente 10 por ciento de los pacientes podrían desarrollar fracturas por compresión adicionales luego de la vertebroplastía o la cifaplastía. Cuando esto ocurre, los pacientes generalmente sienten alivio del procedimiento por unos días, pero pronto desarrollan un dolor recurrente.
- Existe un bajo riesgo de reacción alérgica a los medicamentos.
Cuáles son las limitaciones de la vertebroplastía y la cifoplastía
La vertebroplastía y la cifoplastía:
- no se usan para hernias de disco o dolor de espalda a causa de artritis.
- en general no se recomiendan para pacientes jóvenes que de otra forma están sanos, principalmente porque se sabe poco acerca de la presencia de cemento en el cuerpo vertebral por períodos más largos. Estos pacientes también tienden a sanarse más rápido que los pacientes de edad avanzada, o aquellos con osteoporosis.
- no sirven como tratamiento preventivo para ayudar a los pacientes con osteoporosis a evitar fracturas en el futuro. Se usan sólo para reparar una fractura de compresión vertebral conocida que no se cura sola.
- no se usan para corregir la curvatura anormal de la columna causada por osteoporosis, pero pueden evitar que empeore, si se debe a una fractura reciente.
- no son ideal para las personas con enfisema grave u otra enfermedad pulmonar porque puede resultarles difícil estar boca abajo por las una a dos horas requeridas para la vertebroplastía. En estos casos el personal tratará de adaptarse a las condiciones de estos pacientes.
- no sirven para los pacientes con una fractura vertebral crónica curada.
- no son adecuadas para pacientes con huesos jóvenes y sanos o aquellos que han sufrido una vértebra fracturada en un accidente.
- no son convenientes en pacientes con curvatura vertebral tal como la escoliosis o la cifosis que resultan de causas distintas de la osteoporosis.
- no son aptas para pacientes que sufren de estenosis vertebral o hernia de disco con compresión de nervios o de la médula espinal y pérdida de función neurológica.
Fuente: radiologyinfo.org