Primero hay que evaluar otras opciones, pero cuando el dolor es incapacitante podemos optar por un implante de prótesis de cadera de plástico, metal o cerámica.
Al hablar de prótesis de cadera siempre pensamos en la tercera edad, pero nada más lejos de la realidad porque también hay personas jóvenes que precisan de estos reemplazos. La razón más frecuente para colocarla es eliminar el dolor y la incapacidad que genera en el día a día el desgaste de la articulación, ocasionado bien por una fractura o por una patología inflamatoria.
En este sentido, el doctor Joan Manuel Burdeus González-Solis, jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitari Sagrat Cor de Barcelona, explica que se recomiendan estos implantes cuando el paciente sufre un dolor que le impide desarrollar con normalidad su actividad diaria, así como cuando se produce un bloqueo de la articulación que puede implicar patología en la columna lumbar y en la rodilla de la misma pierna (cuando la cadera se bloquea en rotación externa comporta un mal funcionamiento de la rodilla).
¿Cómo se realiza un reemplazo de cadera?
El especialista del Sagrat Cor indica que se sustituye la articulación natural que está enferma por una prótesis artificial: «Supone sustituir la cabeza femoral por una cabeza protésica y el acetábulo o cazoleta de la pelvis donde se aloja la cabeza femoral».
En concreto, la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT) recuerda que actualmente existen prótesis de plástico, de cerámica, o de metal, y que estas pueden fijarse con o sin cemento, dependiendo de las circunstancias del paciente; a la vez que remarca que se trata de un procedimiento que suele precisar de anestesia general o regional.
¿Soy muy joven para esta prótesis?
Otra pregunta frecuente es si los jóvenes también deben contar como alternativa en su tratamiento la colocación de una prótesis de cadera. Aquí el doctor Burdeus González-Solis remarca que este implante nunca debe ser la primera opción terapéutica en caso de afectación de una cadera o de una rodilla, ya que primero se pueden tratar e incluso solventar estas lesiones o dolencias en muchos casos con fisioterapia, farmacología, o bien con terapias biológicas (células madre, ácido hialurónico, etc.).
«En caso de no poder vivir sin dolor o sin limitaciones acusadas, entonces sí debemos plantearnos el implante protésico. No hay que olvidar que lo más importante es nuestra calidad de vida. Y, por suerte, actualmente disponemos de prótesis de recambio de revisión que deben permitirnos sustituir la prótesis primaria y seguir con nuestra actividad diaria, y manteniendo la calidad de vida», defiende el especialista del Hospital Universitari Sagrat Cor de Barcelona.
¿Cuánto duran las prótesis de cadera?
Una duda muy habitual entre quienes van a someterse a este tipo de intervenciones es la durabilidad de las prótesis de cadera, un ámbito en el que la Medicina ha avanzado mucho en los últimos años, especialmente en los implantes realizados en cerámica, y también con la creación de alertas para la revisión de las prótesis. «Con los materiales de nueva generación (titanio, cromo/cobalto/níquel y cerámica) la duración del material protésico es alta y podríamos hablar de unos 25 años aproximadamente», calcula este cirujano ortoprotésico.
Ahora bien, advierte de que las prótesis se aflojan por estrés entre la pieza metálica y el tejido óseo en el que se implanta, al mismo tiempo de que se trata de implantes rígidos: «También hay que tener en cuenta sobre la durabilidad de las prótesis de cadera que el hueso es el organismo celular vivo con células en permanente recambio, y que además cuenta con un movimiento que con el tiempo provoca un aflojamiento del material». Así, el traumatólogo del Hospital Sagrat Cor de Barcelona insiste en que los factores de supervivencia del implante son multifactoriales, y el tiempo que dura una prótesis de cadera dependerá de múltiples factores.
Fuente: La Vanguardia