¿Cuáles son los principales tipos de infección en la prótesis de rodilla?

Tres tipos de infección que pueden darse en las prótesis de rodilla:

 

– Infección aguda, es la que se diagnostica en la 3 o 4 semanas después de la operación, suelen producirla bacterias muy agresivas que suelen dejar los clásicos signos de una infección que son:

Herida quirúrgica roja
Supuración y manchado, sale pus y líquido
El enfermo tiene dolor y la zona está muy caliente

– Infección subaguda, es aquella diagnosticada entre el mes y el año o los dos años después de puesta la prótesis. Estas infecciones son más difíciles de diagnosticar porque los signos que provocan no son muy claros, el paciente tiene un dolor pero tampoco suele ser muy intenso, y se tiende a pensar que puede ser un dolor asociado a que el paciente no se ha adaptado a la prótesis todavía.

Lo que ocurre es que las bacterias se han pegado a la prótesis, han hecho unos escudos a través de los cuales no llegan los antibióticos y generan una reacción inflamatoria muy pequeña que no es suficiente para aflojar la prótesis, ni para provocar mucho dolor pero sí es suficiente para que el enfermo nunca se sienta cómodo con esa prótesis. Estas infecciones no ponen la rodilla ni caliente, ni roja, ni hinchada con lo cual, es un desafío para el especialista el llegar a una conclusión o un diagnóstico. La superespecialización es lo que permite llevar a cabo el diagnóstico a través de muchas pruebas y patrones y, por supuesto, a través de la historia clínica.

– Infecciones tardías, afectan a aquellos pacientes que han tenido una prótesis que ha funcionado perfectamente durante más de 10 años y ocurre que, un buen día, la prótesis empieza a doler de forma bastante brusca. Suelen ser pacientes que se han sometido a un proceso intervencionista, tal como una colonoscopia, una cistoscopia o han tenido una neumonía y los gérmenes han ido por el torrente sanguíneo y se han instalado en esa prótesis que estaba funcionando perfectamente.

Fuente: medicinatv.com

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