Tendinitis de rodilla

La tendinitis de rodilla es una lesión muy común que puede alejarte de practicar deporte por una larga temporada. Pero no os alarméis, que si se acude al médico ante cualquier molestia, no tendréis mayor problema y solo se quedará en una lesión más.

¿Qué es la Tendinitis de Rodilla?

Esta lesión es padecida por la inflamación o desgarro del tendón rotuliano, encargado de unir a dos de los huesos principales de la rodilla, tibia y rótula. En la mayoría de las ocasiones producido por un cambio brusco de dirección, una caída o salto. Las personas más propensas a sufrir esta lesión son los deportistas, especialmente aquellos que su entrenamiento les obliga a llevar al límite su rodilla a través de numerosos saltos, sprints, cambios de ritmos o levantamientos excesivos de pesos. Pero también suelen padecer esta lesión las personas de avanzada edad o cualquiera que tenga los tendones débiles.

¿Cuáles son los principales síntomas?

Aquí entramos en la parte que a todos nos interesa, sobretodo si en este momento nos molesta nuestra rodilla y tememos de tener lesionado el tendón rotuliano.

Estos son los principales síntomas:

1.Dolor Agudo debajo de la rótula. En esta zona se encuentra el tendón rotuliano. Dependiendo del grado de inflamación del tendón y de lo avanzada que esté la lesión puede aparecer este dolor al practicar deporte en el caso de que sea leve, si por el contrario con el simple hecho de mover la rodilla duele, tu inflamación es bastante avanzada y no debería de pasar más tiempo en acudir a un especialista.

1.Pérdida de la movilidad de la rodilla. Sobretodo al realizar movimientos como saltar, ponerse en cuclillas, arrodillarse, subir escaleras.

3.Disminución de la fuerza de la pierna afectada.

4.Dolor muscular en el cuádriceps

Hay otros síntomas, algo menos frecuentes, que también conviene tener en cuenta:

5. Problemas para mantener el equilibrio

6. Aumento de la temperatura corporal o hinchazón en la parte inferior de la rodilla.

¿Cómo se trata una tendinitis de rodilla?

Esta pregunta se responde con la palabra DEPENDE. Esto quiere decir que aunque sufras de tendinitis de rodilla como tu compañero, no debes de seguir el tratamiento que le ha puesto su médico porque no te dará beneficios y en el peor de los casos puede empeorarte la lesión.

Los tratamientos para la tendinitis de rodilla difieren según la gravedad de ésta. Por ello existen tres tratamientos dependiendo si tu lesión es leve, moderada o grave.

Lesiones leves

Si tu tendón no ha sufrido demasiado y solo está resentido, con un poco de reposo y evitando todo tipo de actividad física que provoque molestias en la zona, como saltos o sprints será suficiente. También es recomendable masajear la zona afectada con antiinflamatorios para relajar el tendón dañado o aplicar hielo durante unos minutos. Agilizará mucho el proceso de recuperación.

Si no puedes soportar el descanso y necesitas volver al deporte lo antes posible, deberás realizar un programa de rehabilitación específico para agilizar el proceso de recuperación y fortalecer tanto los músculos como los tendones de la rodilla para prevenir que te vuelvas a lesionar. Los ejercicios más adecuados para este tipo de lesiones son los estiramientos y los ejercicios de trabajo excéntrico, para ayudar a fortalecer los músculos que se rodean la rodilla.

Lesiones moderadas

Si la lesión de tu tendón rotuliano es moderada, lamentablemente deberás dejar de lado por una temporada tu deporte, porque en esta fase se suele inmovilizar la rodilla durante unas semanas. Pero no te preocupes que lo importante es que vuelvas a correr sin ningún tipo de molestias y disfrutes nuevamente de la práctica deportiva.

Lesiones graves

Si tras acabar el período de inmovilización de la rodilla, tu tendón no ha conseguido recuperarse, se recurre en estos casos a cirugía. La recuperación es algo más larga, alrededor de los 3 meses con su posterior rehabilitación fisioterapéutica para que tus músculos y tendones vuelvan a tener la misma movilidad y fuerza que antes de sufrir la lesión.

En estos casos, es mejor aceptar la lesión lo antes posible para llevarlo de la mejor manera. Un descanso de vez en cuando nunca viene mal y previene males mayores. Esto quedará en una mera anécdota para contar a tus nietos.

En resumen, cuando notes algún tipo de molestias en tu rodilla, no dudes en visitar al especialista para tratar tu lesión lo antes posible y no tengas que llegar al fatídico quirófano.

Fuente: myprotein.es

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