El juanete es una patología que se desarrolla como una prominencia en el metatarso donde comienza el dedo gordo del pie, y que puede inflamarse y hasta infectarse.
Es un padecimiento que afecta sobre todo a mujeres, y se suele agravar por el uso de calzados inadecuados, de horma angosta y tacos muy altos, aunque con frecuencia tiene su origen en una cuestión genética.
Antiguamente el juanete no se operaba, debido a que las primeras cirugías que se practicaban eran muy dolorosas. El avance de la medicina y los analgésicos de última generación han posibilitado que el paciente pueda retornar rápidamente a su ritmo de vida habitual.
En relación a la elección de la técnica quirúrgica correcta, varía de acuerdo al paciente, según variables como la edad y el estado físico. Hay gran diversidad de técnicas, algunas involucran partes blandas como tendones o ligamentos, y la recuperación suele llevar entre 7 y 10 días. En otros casos se debe corregir el hueso deformado o las partes lesionadas de la articulación y la recuperación total puede tomar entre uno y dos meses.
Casi todas las operaciones se basan en osteotomías, procedimientos en los que se realizan cortes óseos de forma que el cirujano puede efectuar correcciones sobre los huesos desviados, y gracias a los nuevos instrumentos quirúrgicos, se pueden realizar corte de no más de 3 mm. Otro de los avances en las cirugías de juanete es la práctica de suturas intradérmicas, que favorecen los resultados estéticos mejorando la cicatrización.
Se recomienda no usar calzado angosto luego de la operación, ya que podría agravar los síntomas que se pretendían combatir con la cirugía. Con ejercicios de elongación de la pantorrilla y el pie se logran mitigar los trastornos que estos ocasionan.
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