¿Qué es una sustitución de cadera?

Cuando un tratamiento no operatorio no ayuda a controlar las molestias y la rigidez de la artrosis de cadera, puede que su cirujano le recomiende una sustitución total de cadera. Los implantes, que suelen estar fabricados con una aleación de metal y polietileno (plástico), se utilizan para sustituir la articulación. En la actualidad se están utilizando implantes más novedosos con componentes acetabulares metálicos en los pacientes seleccionados. La prótesis total de cadera sustituye el extremo superior del fémur y reconstruye el acetábulo. Estos implantes están diseñados para restaurar la función y eliminar al máximo las molestias, al mismo tiempo que le permiten recuperar un estilo de vida más activo.

La sustitución total de cadera es una operación diseñada para reemplazar una articulación de cadera dañada, normalmente por la artrosis. La articulación de cadera está compuesta por una cavidad y una esfera. La bola está constituida por la cabeza del fémur y se ajusta a la perfección al acetábulo.

Las superficies de estos huesos están recubiertas por una sustancia blanda denominada cartílago articular. La artrosis provoca el desgaste del cartílago articular, dejando el hueso subyacente desprotegido. Esto se muestra en el diagrama de la derecha denominado «Cadera artrósica». La artritis puede provocar dolor, deformidad y pérdida de movilidad.

En una operación de sustitución total de cadera, el cirujano sustituye la cabeza desgastada del fémur por una bola de metal o cerámica acoplada sobre un vástago, mientras que la cavidad acetabular se reconstruye con un cotilo de polietileno (plástico) o de metal con un metal, cerámica o polietileno en su interior. La prótesis puede ser cementada en su sitio con un relleno o cemento parecido al cemento dental, o bien fijada a presión en su sitio de forma segura sin necesidad de cemento.

Biomet proporciona una amplia gama de opciones y tamaños de implante disponibles. Nuestro objetivo consiste en ofrecer diseños que se adapten a una amplia gama de estados de pacientes y diferentes anatomías. Sólo su cirujano ortopédico puede determinar si es candidato para la cirugía de sustitución de la articulación y, en ese caso, qué implante es el adecuado para sus necesidades específicas.

Resuperficialización de cadera

La resuperficialización de cadera implica la sustitución de las superficies dañadas o enfermas de la articulación de cadera (es decir, la parte superior del fémur y la parte interior de la cavidad del hueso de la cadera) por superficies metálicas. La operación se denomina resuperficialización de cadera de metal-metal.

La operación es recomendable si tiene menos de 65 años, padece una enfermedad de cadera avanzada y no desea recurrir a una operación de sustitución de cadera convencional. En la resuperficialización de cadera se extrae menos hueso lo que facilita la repetición de la operación o la colocación de una sustitución total de cadera posteriormente. Una operación de resuperficialización de cadera puede ayudar a mejorar la calidad de vida; sin embargo, no es la opción más conveniente para todo el mundo.

La operación

Suele durar un máximo de dos horas.

Su cirujano realizará una única incisión (de 20 a 30 cm) a lo largo de la cadera y el muslo. Dependiendo de la técnica que utilice su cirujano, la incisión podría ser más corta.

Se eliminará el extremo superior del fémur y aquí se colocará una bola sobre un tallo.

El acetábulo de la cadera se vacía para crear una cavidad hueca donde se colocará un componente cóncavo artificial. Entonces la parte artificial del fémur ya encaja en esta cavidad.

Su cirujano cerrará la herida mediante puntos de sutura o grapas.

Recuperación

Tras la sustitución total de cadera, los ejercicios de fisioterapia son importantes. Una recuperación sin complicaciones suele depender de que el paciente siga la rutina de ejercicios postoperatorios establecida. Por lo general, los pacientes se recuperan bastante rápido; sin embargo, en algunos casos el paciente necesitará muletas o un andador inicialmente, pasando a utilizar un bastón varios meses después.

El resultado de la cirugía de sustitución de cadera ha sido enormemente satisfactorio en lo que respecta a la ayuda que presta a los pacientes con artrosis para volver a sus actividades normales y aliviar sus molestias.

La duración de la hospitalización varía, pero suele ser de 3 a 10 días. Tras el alta, serán necesarias visitas a un fisioterapeuta y ejercicios diarios.

Durante el periodo postoperatorio, se enseñarán técnicas para caminar, subir y bajar escaleras, sentarse y levantarse de sillas y vehículos, así como sentarse y levantarse de la taza del váter.

Los tratamientos preoperatorios y postoperatorios varían dependiendo de diversos factores. Hable con su cirujano acerca del tratamiento y el programa de ejercicios adecuado.

Vuelta al trabajo

Normalmente esto tiene lugar al cabo de 3 meses, pero muchas personas, especialmente las que tienen trabajos sedentarios, pueden volver antes. Cada persona es diferente y su médico le aconsejará sobre cuándo está listo para volver al trabajo.

Fuente: biomet.es

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