Una nueva técnica reduce a 0 las infecciones en las lesiones de ligamentos de rodilla

Expertos del Hospital del Mar, de Barcelona, han demostrado que sumergir los injertos usados para reparar los ligamentos cruzados anteriores de la rodilla en una solución de vancomicina (antibiótico) reduce a cero la posibilidad de infección de la zona reparada.

Durante seis meses, expertos han analizado la evolución de 50 pacientes que habían sufrido esta lesión, ha informado hoy este centro en un comunicado.

En todos los casos estudiados se tomaron tres muestras de tejido, una en el momento de su obtención, una segunda después de su preparación y una tercera tratada con una solución de vancomicina de 5 miligramos.

Los resultados «han sido contundentes», han afirmado las mismas fuentes, que han añadido que ya se ha empezado a usar esta técnica en todas las intervenciones en las cuales se utilizan injertos para reconstruir zonas lesionadasl.

En este tipo de lesiones, un porcentaje pequeño pero significativo de pacientes, entre un 0,3-0,4 % y el 1,8 %, sufren problemas derivados de la contaminación bacteriana del injerto usado para repararla.

Esto obliga a volver a intervenir al paciente y puede provocar que la recuperación de la articulación se vea afectada.

Para evitarlo, investigadores, han estudiado si la utilización de la vancomicina, un antibiótico con pocos efectos secundarios, podía servir para evitar la contaminación bacteriana, tal y como se ha concluido.

La rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla es una lesión bastante habitual, de la que se registran unos 17.000 casos cada año en España, y suele afectar a deportistas profesionales, sobre todo corredores y jugadores profesionales de baloncesto, y aficionados.

La reparación consiste en extraer un injerto del tendón rotuliano o de los músculos isquiotibiales, prepararlo e insertarlo en la zona dañada.

La técnica habitual prevé envolver el injerto en una gasa mojada con suero fisiológico para que el tejido se mantenga en buenas condiciones, lo que no evita la contaminación por bacterias.

Según el estudio, el 14 % de las muestras analizadas presentaba crecimiento bacteriano, y un 10 % se detectaba después de la preparación del injerto y un 4 % en la primera toma de muestras, lo que indica que la contaminación se puede producir en el momento de la recolección del tejido.

Sin embargo, ninguna de las muestras tratadas con vancomicina se contaminó ni tampoco aquellas de tejido original que estaban contaminadas y que, tras ser tratadas con el antibiótico, quedaron esterilizadas.

Por ello, han recomendado que «la inmersión de los injertos de ligamento cruzado anterior de la rodilla en una solución de vancomicina se adopte como parte de un protocolo para reducir las tasas de infección en este procedimiento».

Fuente: lavanguardia.com

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